ategoria | Educación, Reflexiones
La Universidad del futuro Parte I
Posted on04 November 2011.
Roberto Acevedo
I.-Palabras de Introducción:
Este escrito será distinto a los que he producido en los últimos años, esencialmente por cuanto el tiempo ha transcurrido rápidamente y este proceso no ha sido en vano. No he dejado de observar y analizar con mi círculo de amigos, el entorno intelectual en el cual nos estamos desenvolviendo en la actualidad. A decir verdad, las Instituciones de Educación Superior «sin apellidos» deben analizar con prudencia, cautela y sabiduría, sus verdaderas fortalezas y debilidades para enfrentar exigencias del medio cada vez más rigurosas, las cuales comenzarán a tomar cuerpo en forma organizada. Este tema es central y todo indica que el tamaño y la influencia del Estado será cada vez menor. Se quiera o no, avanzamos hacia una sociedad tecnocratizada en la cual importará la producción de bienes y servicios de alta calidad, necesariamente acompañado de investigación de frontera con el sello distintivo de aplicabilidad a problemas globales. Este cambio de paradigma será vital, al momento de elegir una nueva opción de continuidad en un modelo de sociedad cada vez más demandante y complejo. La búsqueda será el estado del arte en todas las áreas que son relevantes a la vida de los seres humanos. En esta línea de pensamiento, vemos como problemas discutidos hasta el cansancio, entre los cuales podemos mencionar, algunos los siguientes :prevención de riesgos, procesos industriales, economía «macro-economía y micro-economía», gestión y administración, desarrollo de técnicas y procedimientos en medicina de punta «accesible a la ciudadanía»,preservación de las fuentes de energías convencionales y no convencionales, recurso hídrico «escaso»,vivienda,transporte, etcétera dominarán la discusión y la oferta que deben realizar las Instituciones de Educación Superior del futuro. No es razonable el trabajar sólo en forma local y con una mirada de corto alcance. Los profesionales del futuro deberán estar capacitados para un cambio significativo en su relación con la sociedad y en particular con el sector productivo. El alumno del futuro buscará insertarse en un círculo de creación, el cual le permita trabajar en forma dinámica y creativa. Este cambio será radical, no existirá tiempo para discusiones estériles, por cuanto serán los propios privados y los gobiernos, los cuales deberán establecer una agenda robusta y creíble para nuestra sociedad. No es posible desestimar el avance científico y tecnológico a nivel del orbe, en el diseño y materialización de las carreras del futuro.En función de lo señalado, no es razonable desestimar los avances en las distintas áreas del saber, a menos que el deseo sea simplemente cambiar de rumbo. Es posible anticipar que , por ejemplo, la industria del «retail», experimentará cambios significativos, en particular por la volatilidad en los mercados como también por la falta de circulante, tema que será relevante en sociedades no organizadas, las cuales quedarán en el corto plazo, con escasez de los recursos naturales que hoy disponen como también con servicios poco atractivos para atraer nuevas inversiones. Todo indica que ha llegado el momento de hacer bien las cosas y por lo tanto, es el momento en el cual se deben tomar las grandes decisiones y éstas deben ser coherentes con los cambios profundos y estructurales que deberá experimentar la educación en todos los niveles. De igual forma, el rol del Estado deberá ser más creativo y apuntar hacia la pro-actividad y no actuar en forma reactiva, toda vez que el diagnóstico es relativamente claro. De igual forma, el Sector Productivo deberá invertir en recurso humano e infraestructura, a cambio de paz social y desarrollo. Los buenos negocios no son una respuesta a una sociedad desorganizada, en la cual aparecen los falsos liderazgos, por el simple expediente que siempre será posible «convocar y aglutinar» a los más desposeídos y frustrados por incoherencias de los grupos organizados y que ostentan el poder administrativo. Postulo que se debe aspirar al legítimo poder, el cual posea la legitimidad que la sociedad como un todo hará exigible. La legitimidad y la legalidad (L-L)deben ir de la mano, de modo de organizar los pueblos con un objetivo central, cual es la del progreso y bienestar. Se requieren nuevos liderazgos, basados en la dupla (L-L) y, esto significará que muchos deberán dar un paso al lado y trabajar como todos nosotros, sin hacer de la política un medio de vida.
II.- Algunas Consideraciones:
A la fecha de este escrito, la economía abierta de mercado ha tomado el «poder económico y geopolítico» de las naciones y continentes con una estrategia claramente definida. Tiempo a la fecha, el ex- presidente de los Estados Unidos, Señor George Busch, padre, a propósito del inicio de las acciones en el Medio Oriente, en particular en Irak apareció en televisión anunciado un cambio en el «orden mundial».Tal vez, no fueron pocos los que sentimos que era un momento, el cual marcaba nítidamente un antes y un después. Posiblemente, aparezcan personas que al leer este escrito argumenten un antes y un después distinto al señalado. Este no es un tema de discusión para el suscrito, por cuanto no es posible aceptar imposiciones intelectuales, porque alguien desde un posición de poder transitorio así lo desea y/o exige. En una economía, como la esbozada en estas líneas, es conveniente cambiar paradigmas y lograr un alto nivel de educación, profesionalismo y capacidad de re-invención en conformidad con las reglas dinámicas de evolución del mega-mercado, en el cual todos, ricos y pobres estamos inmersos. Hemos observado como el peso político relativo de las Instituciones del Estado ha ido cambiando y las adhesiones a este modelo de conducción,se debilitan ante el nuevo paradigma de la legalidad y legitimidad (L-L). En este entorno, si focalizamos esta discusión al nuevo modelo de Universidad, nos damos cuenta que la plataforma educacional actual sufrirá cambios de envergadura. El camino correcto es la excelencia y esta debe responder a los estándares y patrones universalmente aceptados. Al respecto, en mis clases de pensamiento crítico y/o de herramientas de investigación, aparece siempre un tema en extremo interesante y que dice relación con la necesidad imperiosa de leer, comprender y proyectar el contenido de los escritos. De igual forma, resulta sorprendente, observar como los alumnos no siempre están en condiciones de responder razonablemente frente a interrogantes del día a día, de igual forma a la necesidad de conocerse a sí mismo y la forma óptima de interactuar con un entorno, el cual requerimos definirlo con precisión. Los que somos de edad más avanzada, disponemos de un mapa mental, relativamente estructurado, y una capacidad de discernir entre lo que vale la pena y lo que es irrelevante en nuestros procesos naturales. A modo de ejemplo, el método científico proporciona «herramientas sólidas» hacia la construcción de «modelos», los cuales nos facilitan la vida y nos entregan una estrategia y metodología para avanzar y buscar el progreso, tanto material como espiritual. De igual forma, disponemos de una metodología que nos permite discriminar el material a leer y analizar con la máxima rigurosidad posible.
En el ámbito de las Ciencias y Tecnologías, disponemos de una valiosa metodología la cual se traduce en clasificaciones en áreas, disciplinas y sub-disciplinas de escritos de autores de diversos grados de creatividad y en algunos casos de genialidad. Me refiero al Instituto para la Información Científica (ISI). A decir verdad, la información que este Instituto entrega es de alto valor, cuando se debe decidir del «mar de escritos» existentes, la mejor opción y las referencias relevantes para complementar la lectura. En ocasiones, al no disponer de estos criterios y de la guía necesaria, la búsqueda de un contenido específico podría ser homologada a la acción de «buscar una aguja en el pajar». En general en artes, letras y humanidades, también existe una jerarquización de las obras; en consecuencia, es necesario desarrollar estas competencias y talentos de modo de nutrir nuestro «intelecto» con mapas mentales de alta exigencia y rigurosidad. En este ámbito, no existe espacio alguno para superficialidades, las cuales solo desincentivan los procesos de enseñanza, aprendizaje y proyección (E-A-P).
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